Hubiese estado aceptable para dormir un colchón inflable inflado, pero en una carpa para tres, no caben tres colchones, con lo que termina sin aire.
Varias carpas están desarmadas cuando partimos hacia el mirador de las torres, al que llegan dos de tres.
No es posible una foto sin nubes para nosotros al mirar las torres, hay refugio bajo una roca para un par de mates mientras cae el agua nieve.
La bajada es siempre más liviana que la subida, a menos que vuelvas a subir y bajar como hice (estaba mal señalizado el sendero seguramente :)
Para el almuerzo solo quedan dos carpas en pie, comemos el arroz con cuatro quesos y galletas y picadillo/pate.
Están con esto ultimo merendando dos platenses que en su llegada al mirador si tendrán el cielo despejado.
Se hace dura la bajada con pocas ganas para bajar. Llegamos a la entrada al parque donde nos comentan la tarifa de un catamarán que tiene pocos horarios, que hacen que pierdas una mañana según lo que pienses hacer.
Comemos ripio para pasar por un mirador de lago, el salto grande y una hostería en una isla accesible por puente peatonal.
El precio por el camping que cuenta con un techo abierto para la carpa y agua caliente resulta un poco excesivo.
Tanto como para decidir volver a comer ripio intentando encontrar el camping en nuestro punto de partida. Donde buscamos en la oscuridad nocturna un lugar administrativo que no quiere mostrarse accesible para el auto.
Armamos carpa para dos con luz del carro ya que no ilumina la linterna, inflo el colchón y tomamos una sopa con bastante substancia - municiones, galletitas expres y una lata de choritos que un guardaparque nos había obsequiado. un havana de postre y a tratar de dormir; lo que se complica con una carpa geodesica comedor siendo visitada constantemente por gente de fiesta y alguno preguntando "compañero, de quien es este auto aparcado aqui"





