Estamos a media cuadra del distrito de Miraflores en Lima, al centro de este distrito tratamos de llegar, tomando para la dirección opuesta por unas cuadras, para que un señor de la seguridad distrital nos haga notar el error.
En la via publica hay cambio oficial para todos los billetes que se quieran cambiar. En el mall Larcomar estamos para ver negocios de marcas argentinas con su currito.
Almuerzo menu a 12 soles. con un triste bistec con arroz o crema de verduras, pescaso, arroz y verduras. El arros deben acompañar hasta a las pastas por aqui.
Nos subimos a un Mirabus para visitar Miraflores, centro historico y las catacumbas en el convento. TIP ahi: levantarse temprano y volver con el ultimo bondi.
Vemos carros de asalto custodiando el congreso, al que hay que declararle tus armas en caso de que pienses entrar.
En la casa de gobierno asistimos al cambio de guardia frente a plaza de armas, la peatonal conduce a la idem del generalisimo San Martin
Hacemos una comida de pequeño pollo e Inka Cola. un diminuto taxi nos acerca hasta el Paseo del Agua donde la gente juega dentro de las fuentes del lugar, lo cual está permitido y es alentado, pero no pisar el cesped.
Vemos el show de laser y sonido en el segundo turno (19:15, 20:15 y 21:30) y ya parece mucho tiempo caminando.
De vuelta en Miraflores pasadas las 21:00hs un intento telefonico no es fructifero en tratar de conocer posibilidad de traslado en bus.
Para la proxima, alojarnos en el punto neuralgico del distrito sería buena idea, por ej. en The Flyng Dog Hostel.
Caminamos un poco para encontrar un locutorio en un segundo piso(no se cuenta la planta baja) frente al parque, donde no podremos comunicarnos con empresas de viajes en bus.
Pasamos por unas chelas Pilsen para ver el ambiente, luego un par en la entrada a cantobares frente al bar carioca, atraidos por color amarillo en algunas prendas ceñidas al cuerpo. Degustamos en el lugar unos tequeños con queso y aguacate. Es temprano aún para ir a dormir, tal vez por eso el señor taxista nos pasea de camino al hotel.
Caminamos un poco para encontrar un locutorio en un segundo piso(no se cuenta la planta baja) frente al parque, donde no podremos comunicarnos con empresas de viajes en bus.
Pasamos por unas chelas Pilsen para ver el ambiente, luego un par en la entrada a cantobares frente al bar carioca, atraidos por color amarillo en algunas prendas ceñidas al cuerpo. Degustamos en el lugar unos tequeños con queso y aguacate. Es temprano aún para ir a dormir, tal vez por eso el señor taxista nos pasea de camino al hotel.
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